En un mundo que busca constantemente el equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación del medio ambiente, Colombia se encuentra ante una oportunidad trascendental en el ámbito energético. La eficiencia energética y la respuesta a la demanda se perfilan como los pilares fundamentales para garantizar un futuro sostenible. En este contexto, es crucial considerar la diversificación de la matriz energética y la incorporación de fuentes limpias como la geotermia, así como el concepto de comunidades energéticas, para promover la participación ciudadana en la transformación del sector. Siendo de gran importancia avanzar en los siguientes pilares que permitirán asegurar victorias clave a corto y largo plazo en el marco de la transición.
Eficiencia energética y respuesta a la demanda:
La eficiencia energética es un elemento crucial para optimizar el uso de los recursos energéticos en el país. Reducir el derroche de energía no solo disminuirá los costos para los consumidores, sino que también contribuirá a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. La respuesta a la demanda, por su parte, implica una gestión inteligente de la energía, adaptándose a las necesidades en tiempo real. Esto no solo garantiza un suministro estable, sino que también reduce la necesidad de invertir en costosas infraestructuras de generación y podría configurarse en un resultado visible en el corto plazo en situaciones semejantes como la coyuntura actual del fenómeno de El Niño, por lo que los lineamientos de política pública han estado orientándose en dirección de la digitalización del servicio y otros aspectos que peritaran realizar una gestión energética de cara a la demanda posible.
Diversificación de la Matriz Energética:
Colombia, aunque con una matriz energética fuerte en generación hídrica, ha sido históricamente dependiente en un alto porcentaje de fuentes de energía tradicionales, como el gas y el carbón. Sin embargo, el avance hacia una matriz energética más diversa y limpia es esencial, por lo que se han venido fomentando fuentes de energía como la solar y eólica con gran potencial en especial en la costa caribe y en departamentos como el Huila y Tolima. Adicionalmente, la geotermia, una fuente de energía renovable aún poco explotada, ofrece un gran potencial. Aprovechar el calor de la Tierra puede brindar una fuente de energía constante y respetuosa con el medio ambiente, por lo que desde el Ministerio de Minas y Energía se han venido desarrollando charlas y acercamientos en donde se ha abordado este tema. Sin embargo, no solo se trata de fuentes de generación, también se necesita solidez en la infraestructura de transmisión y distribución y hoy en día este es el reto más grande que enfrenta el sistema eléctrico colombiano.
Comunidades Energéticas:
El concepto de comunidades energéticas empodera a los ciudadanos, permitiéndoles participar activamente en la generación, gestión y distribución de energía. Esto no solo fortalece la resiliencia del sistema, sino que también promueve la adopción de energías renovables a nivel local. La comunidad se convierte en un agente activo en la transición hacia un futuro energético sostenible, este concepto representa un elemento importante en dos aspectos clave, el primero, aumentar la cobertura del servicio en el país, apalancando el desarrollo en las regiones y el segundo, evitar sobrecargar aún mas el sistema nacional.
Agentes Clave en la Transición:
El gobierno colombiano desempeña un papel fundamental al establecer políticas y regulaciones que fomenten la eficiencia energética y la diversificación de la matriz. Además, las empresas del sector energético deben innovar y adoptar tecnologías limpias, contribuyendo a la reducción de emisiones y a la adaptación a un panorama energético cambiante. La sociedad civil también es un agente vital, ya que la conciencia y la participación de la comunidad son esenciales para lograr una transición exitosa y por eso desde la política pública se buscan brindar las herramientas necesarias a la comunidad desde el concepto como el de comunidades energéticas y la respuesta a la demanda.
Conclusiones:
En última instancia, la transición hacia un futuro energético sostenible en Colombia es un esfuerzo conjunto en el que todos los agentes desempeñan un papel vital. La eficiencia energética y la respuesta a la demanda son el punto de partida, mientras que la diversificación de la matriz energética con fuentes como las renovables eólica y solas, y a más largo plazo la geotermia, promete un sistema más limpio y resistente. Las comunidades energéticas fortalecen la participación ciudadana en esta transformación. El camino hacia la sostenibilidad energética es un desafío apasionante y prometedor que debe ser abordado con determinación y colaboración de todos los sectores. En este viaje, Colombia tiene la oportunidad de liderar el camino hacia un futuro energético más limpio y próspero para las generaciones venideras.
